Hasta hace no mucho las empresas planteaban el teletrabajo como un beneficio más para sus trabajadores, para que se ahorrasen tiempo en desplazamientos, para conciliar la vida laboral y personal, o incluso como alternativa en proyectos complejos que requieren más concentración por parte de la persona, que puede trabajar con más comodidad.

Sin embargo, el escenario ha cambiado. Nos guste o no, estuviésemos preparados o no, muchas empresas se han visto obligadas a enviar a sus trabajadores a casa y ofrecerles herramientas y sistemas de teletrabajo. Y en este punto, las que estaban mejor preparadas a nivel de infraestructura han tenido una clara ventaja en relación a la productividad y la eficiencia de su equipo.

Así, el teletrabajo ha pasado de ser una comodidad a una necesidad. La duda es si la tendencia se mantendrá en el futuro, o si cuando las empresas puedan volver a la normalidad, sea cual sea esta, volverán también a recuperar viejos hábitos tecnológicos. Para algunos expertos, este cambio forzado comportará muchos beneficios para las empresas si consolidan las tecnologías que se han visto obligados a implementar, como las infraestructuras cloud. Podríamos decir que la crisis sanitaria dado fuerza a la transformación digital de las empresas.

Y en este sentido, el cloud es imprescindible para el teletrabajo, tanto por la comunicación y acceso a la información, como por la seguridad de los datos de la empresa.

El aumento de la demanda de servicios cloud: accesibilidad y seguridad

De acuerdo con los datos proporcionados por Econocom Nexica, hay empresas que se han visto limitadas por el hecho de tener un centro de datos propio, y que han empezado a valorar las ventajas de un servicio externalizado, que les garantiza una mejor conectividad y acceso a la información, asistencia técnica en caso de incidencias y la opción de escalar el servicio en función de las necesidades de cada negocio.

Marc Granados, director comercial y de marketing de Econocom Nexica, destaca dos tendencias principales en las empresas, que tienen necesidades diferentes derivadas de la situación de confinamiento. La primera engloba las empresas que han salido beneficiadas de la crisis provocada por la COVID-19, por aumento de la demanda de su producto o servicio, y que han tenido que adaptar determinados procesos para hacer frente a esta demanda. La otra tendencia son las empresas que, a causa de estas circunstancias, se han visto obligadas a reducir sus costes, por una bajada significativa de la demanda en su mercado. Sin embargo, indica que en los dos grupos hay una necesidad común: Los servicios cloud, para asegurar la disponibilidad y la seguridad de la información.

¿Y ahora, qué?

Según Marc Granados, se espera que evolucione la tecnología cloud híbrida: «Por cómo evoluciona el mercado y la tecnología, creo que lo híbrido será lo estándar, y con nuevas capas de infraestructura que hoy mismo son inexistentes».

Una alternativa al cloud y al cloud híbrido es el multicloud, un enfoque del cloud que se compone por más de un servicio en la nube, y que proporcionan por lo menos dos proveedores de nube pública o privada. Una de las principales ventajas del multicloud es que nos permite hacer un ajuste del servicio muy preciso, y por lo tanto una disponibilidad segura y eficiente de la información y recursos en cloud, pagando solo por lo que es realmente necesario.

En estas tres tecnologías, cloud, cloud híbrido y multicloud, se esperan grandes cambios, ya que en un futuro no muy lejano el Edge Computing y el 5G van a ser potentes herramientas que aportarán a su vez muchísimo valor a esas tecnologías. Así, la crisis actual ha supuesto un enorme paso adelante en la digitalización de muchas empresas. Las más competitivas en el futuro serán las que mejor sepan consolidar las tecnologías que ahora se han visto forzadas a implementar por necesidad, y las transformen en una ventaja.