El CRM es una
herramienta esencial para las empresas, especialmente para los equipos
comerciales y de ventas, pero también como fuente de datos para la toma de
decisiones estratégicas. Sin embargo, a menudo no es nada fácil escoger el más
adecuado para nuestra empresa, ya que el mercado ofrece una gama amplísima de
soluciones con infinitas casi funcionalidades.
De entrada, lo más
importante es conocer y dimensionar adecuadamente nuestras necesidades tanto
actuales como a medio y largo plazo. A partir de aquí, te explicamos las claves
no solo para escoger el CRM más adecuado, sino para que además su
implementación sea un éxito:
1. Establece
tus objetivos
Es importante entender qué problema o necesidad estás tratando de resolver. ¿Por qué queremos
y para qué utilizaremos el CRM? Si tienes más de un objetivo, priorízalos según
su importancia para el negocio.
2. Define tus necesidades
Una vez tengas claros los objetivos, será mucho más fácil definir qué
necesitas exactamente a nivel técnico. Lo primero que debes valorar es la
compatibilidad del CRM con tu infraestructura actual. Después, establecer las funcionalidades
esenciales y las deseables, es decir, aquellas que necesitarás sí o sí en el
día a día o previsiblemente en un futuro, y las que supondrían una mejora pero
que no son imprescindibles. Lo más recomendable es un CRM escalable, que
te permita crecer de forma flexible. También debes tener en cuenta factores
como la movilidad —si tu equipo se desplaza con frecuencia y tiene que acceder
a los datos— o la personalización —cada empresa tiene sus propios procesos, y
el CRM debe ser lo suficientemente flexible para adaptarse a ellos y a su
posible evolución.
3. Define el presupuesto
Un CRM es
una inversión significativa para muchas empresas. Sin embargo, no es una buena
idea escoger el software simplemente por precio. Se trata de una herramienta de
la que dependerán muchas acciones de marketing y ventas, así como sus
resultados. Plantéalo como una inversión de mejora, no como un gasto sin más. Por
otra parte, definir los objetivos y necesidades con precisión (puntos 1 y 2) te
permitirá ajustar mejor las funcionalidades que necesitas y, por lo tanto, el
presupuesto.
4. Planifica un período de adaptación
Como con
cualquier nuevo software, será necesario un período de adaptación y de pruebas.
Es posible que se tengan que resolver errores del sistema, realizar
actualizaciones o definir cómo se utilizará el propio software. Si no tienes
una persona o equipo especializados, te recomendamos contar con un consultor
externo para que agilice y optimice la implementación técnica, e incluso que
haga una formación al personal.
5. Facilita la adopción por parte del equipo
Es bastante habitual que en las empresas haya personas más reticentes al cambio que otras, o con más o menos capacidad de adaptarse a las novedades tecnológicas. Y por supuesto, el éxito de una nueva tecnología, entendido como su uso eficiente para conseguir resultados, depende de las personas que la utilizan. Implica al personal en el proceso de implementación, e incluso en el de decisión si es posible, y realiza una formación con demo para que todos conozcan la herramienta y se sientan cómodos trabajando con ella.
6. Analiza
los resultados
Una de las claves de un buen CRM es su capacidad para compilar datos y generar informes que nos sean útiles para tomar decisiones. Estos informes deben ser personalizables, ya que cada empresa tiene unos objetivos diferentes, y las métricas y KPI tienen que estar alineadas con estos objetivos.
Estos puntos te ayudarán a escoger el CRM más adecuado para tu empresa. Pero, si tienes dudas o quieres asegurarte la mejor elección y proveedor, lo más recomendable es contar con un consultor de IT que ayude a definir el proyecto y en la toma de decisiones.