Diferencias entre un CRM y un ERP

Una de las preguntas más habituales que recibimos de las empresas es si es mejor implementar un CRM o un ERP, ya que estos dos conceptos provocan mucha confusión. Para empezar, no son lo mismo, es decir, no se utilizan para la misma finalidad. No son programas equivalentes, pero sí complementarios.

¿Qué es un CRM?

Un CRM son las siglas para Customer Relationship Management. Es, de forma muy simplificada, un software de gestión que mejora la relación con los clientes. Es un programa muy útil para los departamentos de comercial y ventas, e incluso para departamentos de marketing.

Principales beneficios de un CRM

  • Recoge información sobre los clientes para que el departamento comercial pueda hacer el seguimiento.
  • Automatiza procesos de ventas, como recordatorios, actualizaciones…
  • A partir de los datos de los clientes, permite segmentar las acciones comerciales y de marketing, además de proporcionar información para un análisis estratégico.

¿Qué es un ERP?

El ERP son las siglas para Enterprise Resource Planning, es decir, una herramienta para mejorar la eficiencia y planificar los recursos internos de la empresa. Esta solución no es exclusiva de los departamentos de marketing y ventas, sino que se implementa en los diferentes departamentos para compartir información y unificar procesos.

Por ejemplo, permite que el departamento de ventas pase pedidos directamente a producción y que esta información llegue al mismo tiempo al departamento de facturación para las previsiones, y al de compras si es necesaria materia prima. También se integra con los departamentos de recursos humanos, y permite a la dirección una visión global de la actividad de la empresa. Los departamentos pueden operar de forma independiente, pero con una herramienta que centraliza la información y permite la intercomunicación.

Entonces, ¿Necesito un CRM o un ERP?

No hay una respuesta única para todas las empresas. Simplemente, depende de las necesidades. De hecho, las dos soluciones son compatibles, y muchas empresas optan por combinarlas para extraerles el máximo partido.

Por ejemplo, aunque parezca que un CRM es suficiente para el departamento de ventas, a este le puede ser muy útil contar con información del estado de los pedidos o los envíos, o de la disponibilidad de determinados productos o servicios a corto y medio plazo.

Por norma general, ambos programas tienen una excelente usabilidad, por lo que el proceso de aprendizaje de los usuarios es rápido y fácil. Además, si ya tienes uno de los dos implementados, suelen ser fácilmente integrables.

En cualquier caso, lo principal es tener claras las necesidades y los recursos de los que disponemos, y elegir un software flexible y escalable.

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